Asumamos que sentir miedo, escepticismo, dudas a hacer terapia por primera vez es completamente normal. El temor o una especie de angustia al iniciar algo nuevo es una reacción lógica ante lo desconocido, es un viaje hacia nuestro interior, y sabemos que mirar hacia adentro no es nada fácil.
“No conozco a nadie de confianza para hacer terapia”
“No me fio de la gente que hace terapia… de pequeño fui a un psicólogo y fue de lo peor”
“ Ahora no tengo tiempo, ni dinero”
“En peores situaciones he estado, no?”
“No estoy tan mal, la verdad”
Esto son tan sólo algunos de los ejemplos para no pasar a la acción que he escuchado a lo largo de los años.
Todos necesitamos acompañamiento emocional en algún momento. Y muchas personas saben con certeza que necesitan ayuda, sin embargo, un día tras otro van buscando excusas para posponer la decisión. A veces no podemos con todo, y no pasa nada por dejarnos ayudar.
Es el momento de decidir:
– Apuesto por seguir en la situación de siempre, haciendo lo de siempre, con los mismos resultados y sintiendo como me siento.
– Pruebo algo nuevo, apuesto por una alternativa diferente, y como el “no” ya lo tengo, ¿qué puedo perder?. Me apunto a una sesión individual gratuita. A ver qué pasa.
Y ahora planteo una pregunta… ¿hacer terapia es cosa de locos o de valientes?
Vamos a normalizar el necesitar ayuda y solicitarla, vamos a premiar la persona que decide hacer terapia y llamarle valiente, por vencer la inseguridad, y por superar todos los estigmas o prejuicios sociales en torno a la terapia (el temor al qué dirán, qué pensarán de mí…).
¿Te animas a dar el paso, con una sesión gratuita para conocernos?
A través de las sesiones individuales de terapia + coaching, hacemos procesos adaptados a las necesidades de cada persona. De ese modo, exploramos las dificultades y encontramos los recursos para recuperar un contacto más real con uno mismo.
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