La forma en que nos hablamos a nosotras mismas y nosotros mismos tiene un impacto significativo en nuestro estado de ánimo y bienestar emocional.
La mente es un PODEROSO instrumento y nuestras palabras internas pueden influir directamente en cómo nos sentimos.
Si nos hablamos de manera negativa, crítica y autodestructiva, es probable que nuestro estado de ánimo se vea afectado negativamente.
Cuando nos decimos cosas como “soy tonta/o”, “nunca puedo hacer nada bien” o “soy un desastre”, estamos reforzando una imagen negativa de nosotras/os mismas/os y alimentando esas emociones negativas.
Por otro lado, si nos hablamos de manera amable, compasiva y alentadora, podemos mejorar nuestro estado de ánimo y promover una mayor autoestima.
Cuando nos decimos cosas como “soy capaz”, “puedo superar esto” o “me estoy esforzando”, estamos cultivando una actividad positiva y fortaleciendo nuestra confianza.
Es importante para mí recordarme que mis palabras internas son poderosas y pueden afectar tanto a mis emociones, como a mi forma de percibir el mundo. Y por eso estoy aquí, porque quiero que tú también lo recuerdes, y seas más consciente de lo mucho que influye el lenguaje interno en nuestro día a día y en nuestra vida.
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